La diferencia en un partido aburrido, o demasiado trabado, la puede hacer un solo hombre. Lo vimos ayer con Maxi Rodríguez, el "tapadito" de Pekerman, y ahora en Inglaterra con el extraordinario David Beckham. Realmente, en este Mundial Beckham -que en el Real Madrid es un figurón intrascendente- demuestra que cuando se juega por amor a la camiseta no valen los millones ni las novias con tetas de implante: solo el talento puesto al servicio de tu país. En todos los partidos ha hecho lo que mejor sabe hacer: pases estupendo y tiros libres con veneno. Se equivocaron todos los que pensaron, por verlo en "Hola", que Beckham es un figuretti ridículo. Lo comprobó sacándole las castañas al fuego DOS veces a Inglaterra con sus tiros libres: contra Paraguay y hoy, contra Ecuador, salvando al equipo de la verguenza de ir al extratime con un equipo atlético pero sin mayores ambiciones. ¡Bravo Beckham! Ahora es para todo el mundo el héroe que Inglaterra ya sabía que era, y pasó a la categoría de los grandes como los del 66. La clase no se pierde jamás por eso... ¡Que juegue César Cueto! ¡Perú al 2,010! TYSON
Sunday, June 25, 2006
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