El precio de la inocencia

Los ghaneses son tan inocentes como esta linda europea hinchando por ellos

Ya lo habían demostrado ante Italia en su estreno. Los ghaneses juegan bien, como los clásicos equipos de Africa Occidental. Atacan, hacen buenos toque, juegan paredes... pero ¡qué malos son para definir! y peor para defender. En ese partido demostraron inocencia: juegan bien al fútbol pero no tienen la experiencia de partidos de este nivel. Italia hizo lo suficiente y les ganó 2-0, demostrando maña. Luego los africanos le ganarían a los checos, 2-0, fallándose igual cantidad de goles pero con más suerte al defenderse. A los norteamericanos les jugaron sin temores y, con un penal inventado, les hicieron el gol de la victoria y la puñalada al ánimo. Ahora le tocaba Brasil, pentacampeón, lleno de estrellas que cuestan millones. Les salieron a jugar de igual a igual, hasta parecía que harían la sorpresa. Pero no. La misma inocencia de siempre, ésa que comparten con sus vecinos de Senegal, Camerún, Nigeria, Costa de Marfil, Togo, los invadió, y el equipo auriverde, sin esforzarse demasiado, aguantando lo necesario, le metió tres goles a un equipo lleno de ganas. Al inicio daba rabia ver como Brasil ganaba sin hacer mucho, incluyendo un gol de Ronaldo que lo catapulta como el goleador histórico de los mundiales; pero al final más rabia da ver como los africano nunca aprenden de las derrotas. El día que lo hagan quizás, por fin, estarán entre los grandes del fútbol mundial.
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