Esta es la mejor foto del partido. Miren los ojos del otrora goleador de los mundiales, Jürgen Klinsmann, apenas observa la bola cerca de su lugar. La mirada fija, el cuello enhiesto, los brazos en la posición correcta: ¡La va a cabecear! La clase nunca se pierde. Mientras Zico duerme en los partidos de Japón; Oleg se pelea a dentellazos con los doberman del estadio para recordar viejos tiempos y Van Basten exhibe su musculatura con politos pegaditos para ver si lo llaman para un desfile de modas, Klinsmann se quiere meter en la cancha y volver a inflar las redes. Un grande. TYSON
Tuesday, June 20, 2006
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