La columna del viejo Chucho

¿MUNDIALES? ¡LOS DE MIS TIEMPOS!

Por: El Chucho

Estoy viendo el Mundial, sí, cómo no, ya sé que trabajo pero también tengo ojos, ¿no? Y déjenme decirles que no me está gustando nada lo que veo. ¿Qué es eso? Puras calatas, vagos con las caras pintadas, suizos homosexuales vestidos de vacas rojas y un coreano disfrazado de Chucho. ¿Eso es así? No, no, así no es. En mis tiempos, uno iba al estadio con sombrero de fieltro y lazo, y las señoritas iban de cóctel. Cuando había un gol, y habían muchos porque en esa época era normal el diez a cero y sin que cambien el cuero de las pelotas, lo celebrábamos poniéndonos de pie y aplaudiendo. Los más entusiastas, es decir los hinchas, podían permitirse de vez en cuando agitar el pañuelo y sonreírle al que estaba detrás de uno en las gradas (que sí eran gradas, de cemento digo, y no esas butacas pintadas de colorinches que se ven ahora). Y a la hora de comer, a lo más un hot dog, que en esa época llamábamos "panchos", que eran largo y verrugosos como carajo de burro pueblerino, pero tenían un sabor ahumado bastante aceptable. Cuando estaba travieso, les untaba mostaza inglesa y me quedaba un sabor criollo que jamás entenderían esos sujetos que se ponen gorros estrafalarios en las cabezas o esas muchachas con las tetas tintineantes como moneditas de oro de los tiempos pierolistas, que no valían ni media libra. Yo le pido a los cámaras que están entregados al vil oficio de ponchar a los espectadores que, por favor, me eviten la vergüenza de ver a esos desadaptados que empeoran mi dispepsia y vuelven agrio el sabor de la Milanta. Ya bastante tengo con estar mirando todo el tiempo el pezón puntiagudo de los centrofoward en esos trajes de lycra sudorosos y pegados al cuerpo que usan hoy en día y no se parecen en nada a los jerseys con piolas en los pechos que se ponía el Lolo Fernández. Como le dije a mi nieto Jotito, que ayer trajo un televisor plasma de 50 pulgadas y sourround: ¡por gente desfachatada como ésa este Mundial no se puede ni ver!