Protagonistas: Adebayor

Emmanuel Sheyi Adebayor choca con el suizo Senderos, su compañero en el Arsenal

Se despide Togo del Mundial donde, lamentablemente, no hicieron noticia por sus goles o por la sorpresa que uno siempre espera de los equipos chicos, sino por la renuncia de su entrenador y la amenaza de huelga de los seleccionador por culpa de unas primas (de dinero, no confundir con la sección Las Mundialistas). Sin embargo, en la retina nos quedará siempre la imagen del jovencísimo Emmanuel Adebayor, un Drogba futuro, luchando todas las bolas y conduciendo al equipo casi al empate -¿árbitro vendido, pito regalado?- con sus incursiones peligrosas en el área rival. Para aquellos que piensan que el Mundial es un vil negocio, un juego para millonarios con jugadores millonarios que no piensan más que en la plata que ganan, aquí está la respuestas. Adebayor ya tiene su futuro arreglado en el Arsenal, ¿por qué arriesgarlo todo, incluyendo una lesión, por jugar de esa manera apasionada y entregada por un equipo al que ni siquiera le pagaron las primas por ir al Mundial? Amor a la camiseta, que le dicen, verguenza deportiva, garra, honor. Algo que ni los millones que se embolsica la FIFA después de cada mundial (pero a quien Dios se la dio, San Pedro de la bendiga) nos podrá quitar. TYSON

SUIZA- TOGO: Adebayor y Senderos amigos y millonarios en el Arsenal, con el futuro asegurado, se dieron íntegros en la cancha. Por eso los mundiales son tan lindos.