... y Francia al suyo

GANA.- El punta francés Henry gana la pelota a los dos backs centrales brasileños, Juan y más atrás, Gilberto Silva, los dos sacrificados de un equipo brasileño que pretendió llevarse la copa traicionando su fútbol.

Francia 1- Brasil 0. Los brasileños se pasaron toda la copa diciendo que el "jogo bonito" era un invento de Nike, que eso no existía, que lo "bonito" era ganar los partidos como sea, etc. Y ayer les sucedió dos cosas: jugaron feo y no supieron saca resultado y, encima, Zidane les demostró que el "juego bonito" sí era una realidad más allá de los comerciales: ruletas marsellesas, quiebres, fintas, pases magistrales, taquitos y huachas. Es decir, todo lo que esperábamos ver de Ronaldinho que solo ofreció, el triste espectáculo de una vincha huachafa con un R en el medio que se tuvo que quitar en el segundo tiempo. Al final, podemos decir que la "buena" suerte que tuvo Brasil de empezar el Mundial en un grupo fácil y jugarse los octavos con Ghana revertió en su contra porque cuando se le plantó al frente un equipo que no le dejó espacios y que, además, lo atacó con seguridad, velocidad e incluso magia, ni Parreira ni los suyos supieron qué hacer. Todos hemos sido testigos de cómo no solo la vaquilla récord deambulaba sino que lo hacían todos, incluyendo a Dinho. Y los que buscaban algo más, como Roberto Carlos o Cafú, simplemente no tenían físico ni arrestos para lograr algo mejor que un montón de frustración mal disimulada en los patadones al aire de Robinho o las pifias de Ronaldo. ¿Cómo un equipo que tiene individualidades maravillosas e intachables, pese al resultado, termina superado por un próximo jubilado ("aún me quedan dos partidos" sonríe Zizou) y por un casi desconocido como Ribery? Estrategia y ganas de ganar. Brasil pensó que, por ser quien es, empezaba con un gol arriba los partidos y se daba el lujo, la coquetería, de decir que le tenían "miedo" a Ghana. La verdad es que Brasil se preparó para ganar esta copa, pero no para jugarla. ¿Quería Parreira ganar otra copa a penales en contra del deseo de millones de hinchas del "jogo bonito"? Bye, Bye Brasil. Y, como dice Woody Allen, "gracias a Dios existe Francia". TYSON