Friday, June 30, 2006

Con la ley del mínimo esfuerzo


Italia avanza sin sorprender a nadie. Ganó facilmente 3-0, aunque poniendo en claro porque tiene a uno de los mejores arqueros del mundo. Pero este partido en realidad era de trámite: unas fotos, un poco de sudor, los goles, tu me atacas, la emoción, a celebrar y se acabó. Todo lo hicieron admistrativamente. La gracia está en lo que se viene: una especie de clásico europeo, un partido pendiente desde hace 16 años cuando por penales Argentina le quitó a Italia el sitio que le correspondía, una revancha por partida doble, la que recuerdan aún de 1982 y la de hace poquito, que Italia goleó por 4-1. O sea, en ambas, venció la squadra azurra. Ahora es diferente, Alemania es local, juega su mundial, y dejó claro contra Argentina, que vencerlos no será fácil para nadie. Pero tampoco será fácil para los teutones ganarle a los itálicos que componen la mejor defensa del torneo (el único gol que recibieron, fue un autogol). Un choque de trenes, propio de un mundial donde se están enfrentando los más grandes, los de más títulos, los de renombre. En el pasado quedó el mundial de las sorpresas (2002) es hora de seguir viendo a los mejor rankeados sacarse las tripas en esos neo-coliseos con piso verde, y como siempre, que gane el mejor.

3 comments:

Anonymous said...

Hubo un momento muy lindo en este partido. Cuando Ucrania intentaba empatar. Creo que hubieron como tres disparos al palo y una salvada magnífica de Buffon. No creo que haya sido un partido de trámite, porque Ucrania fue un rival digno que no merecía perder por tantos goles. Además este partido tiene una importancia extra: Italia ha despertado. Toni se encontró con el arco, Totti ya se viene ubicando como líder y Zambrotta ha comenzado a ponerse el equipo sobre los hombros. El partido contra Alemania promete muchísimo, es una final adelantada de pronóstico reservado. Me inclino un poco por Alemania, porque Ballack está hecho un demonio y quiere convertir en realidad la profecía que emitió hace unos tres años el káiser Beckembauer: "Dale a este chico un par de años y será el mejor del mundo".

Anonymous said...

Quintín es un crítico de cine muy popular en Argentina. Yo lo recuerdo por su curioso seguimiento del Festival de Cannes, donde poco le falta para rendir cuentas al lector de la pasta de dientes que usa o del copioso menú del Bistro en que comió tal o cual día. Su estilo es sencillo: consiste en abusar de las libertades que proporciona la crónica. Quintín es además un hablador, un farsante de calibre que igual salta del cine al fútbol y del fútbol a la literatura: con la misma prepotencia. Y para abrirse cancha, lo primero que hace es descalificar a quien le salga al frente con adjetivos beligerantes. Ayer se quejaba del maltrato de que era objeto el pobre Riquelme por parte de la prensa argentina, porque Quintín es de hecho riquelmista en un país donde el fútbol no sólo es religión, sino también política. Pero en su último artículo, Quintín cae lamentablemente en el vicio de los periodistas que con acidez critica: busca con lupa a un culpable. ¿La víctima? El defensor Heinze. El combativo Heinze, ese defensa que deja el alma en la cancha cuando sus compañeros derrochan apatía, ese defensa cuyo sello es la linda palomita con que rechaza balones peligrosos que ingresan al área. Para Quintín Heinze no puede tener un mal día (pero Riquelme sí), Heinze no puede estar nervioso, no puede fallar, no tiene autorización para hacerlo. Hoy Heinze tuvo un día regular, pero nunca le faltó voluntad y entrega. Mas Quintín, degollador de cineastas, ya lo calificó como el "peor jugador del plantel argentino". ¿Dónde tiene la cabeza Quintín? ¿La habrá olvidado en Cannes? Quienes estén interesados en leer a este señor, aquí les va el link:
http://www.bonk.com.ar/tp/category/qmundial/

Anonymous said...

Italia es defensa a ultranza. Si no se necesitaran los goles no atacaría. Los ucranianos pagaron su inexperiencia.